Cuando te encuentras en la situación de apoyar a alguien con esquizofrenia, es fundamental tener claro qué no hacer con una persona con esquizofrenia. A menudo, sin querer, podemos caer en actitudes que no solo son ineficaces, sino que pueden empeorar la situación del otro. Por eso, es esencial que conozcas ciertos comportamientos y actitudes que es mejor evitar para poder ofrecer un apoyo más efectivo y empático.
Evita el estigma y los prejuicios
Una de las cosas más importantes que no se deben hacer es perpetuar el estigma asociado a la esquizofrenia. Es vital que entiendas que la persona que está viviendo con esta enfermedad no es “rara” o “peligrosa”. Evitar comentarios despectivos o generalizaciones es clave. Por ejemplo, no digas cosas como “esos locos” o “están fuera de control”. En su lugar, recuerda que están lidiando con una enfermedad mental y necesitan tu apoyo y comprensión.
No minimices sus experiencias
Es normal querer que la persona se sienta mejor, pero nunca debes minimizar lo que está viviendo. Frases como “no te preocupes, todo va a estar bien” pueden sonar despectivas o poco comprensivas. En su lugar, podrías optar por escuchar activamente y validar sus sentimientos, diciendo algo como “entiendo que esto es muy difícil para ti”. Esto demuestra empatía y te ayuda a construir una relación de confianza.
Evita dar consejos no solicitados
Es tentador querer ofrecer soluciones, pero es crucial que no asumas el rol de “experto” en la vida de la otra persona. Decir cosas como “deberías hacer esto” puede resultar frustrante y hacer que la persona se sienta incomprendida. En lugar de eso, ofrece tu apoyo y pregúntales cómo te gustaría ayudar, o simplemente ofrécele un espacio seguro para hablar.
No asumas que sabes lo que necesitan
Cada persona es diferente y tiene sus propias necesidades. Por ejemplo, podrías pensar que llevar a alguien a una actividad social puede ayudarle, pero puede que no sea el momento adecuado para ello. Es mejor preguntar y escuchar. “¿Te gustaría salir a dar un paseo?” es una forma mucho más considerada de ofrecer apoyo.
Evita la confrontación
Si la persona está viviendo un episodio psicótico, es esencial que evites la confrontación. Frases como “estás equivocado” o “no es real” pueden empeorar la situación. En vez de eso, intenta mantener la calma y ofrecer un entorno seguro. Puedes decir algo como “estoy aquí contigo, hablemos de ello” para ayudar a desescalar la situación.
No intentes razonar durante un episodio
Durante un episodio psicótico, la lógica puede no ser accesible para la persona. Forzar un razonamiento puede resultar inútil y estresante. Es importante que te mantengas presente y ofrezcas apoyo. A veces, simplemente estar a su lado es lo que más se necesita.
No ignores los signos de crisis
Es esencial estar atento a los signos de una posible crisis y no ignorarlos. Si notas cambios en el estado emocional de la persona, como un aumento en la ansiedad o el aislamiento, no lo dejes pasar. Ofrecer tu apoyo en esos momentos críticos puede ser vital. Un simple “¿cómo te sientes hoy?” puede abrir la puerta para que hablen sobre lo que les preocupa.
Evita ser condescendiente
Tratar a la persona como si necesitara “cuidado” puede resultar hiriente. Asegúrate de hablarles como lo harías con cualquier otra persona. Mantén un tono de voz normal y evita la sobreprotección. La igualdad es clave en cualquier relación, y eso incluye a las personas que enfrentan desafíos de salud mental.
No te olvides de cuidar de ti mismo
Al ayudar a alguien con esquizofrenia, es fácil olvidar tus propias necesidades. No sientas culpa por cuidar de ti mismo, ya que esto te permitirá ser un mejor apoyo. Si te sientes abrumado, es completamente aceptable pedir ayuda o tomarte un tiempo para recargar energías. Recuerda que tu bienestar también es importante.
Evita la sobrecarga emocional
Es normal sentirse afectado por la situación de alguien cercano, pero no dejes que esto te consuma. Busca el apoyo de amigos, familiares o incluso un profesional si sientes que lo necesitas. Compartir tus sentimientos puede hacer que te sientas menos solo en esta experiencia.
Evita hacer promesas que no puedas cumplir
Es importante ser honesto sobre lo que puedes ofrecer como apoyo. Hacer promesas que no puedes cumplir, como “siempre estaré aquí” o “nunca te dejaré solo”, puede generar expectativas poco realistas. En su lugar, sé claro sobre tus límites y lo que realmente puedes ofrecer. Decir “haré lo mejor que pueda” es una forma más realista y honesta de abordar la situación.
No te aísles
El aislamiento puede ser perjudicial tanto para ti como para la persona que apoya. No te alejes de tus amigos y actividades sociales. Mantener una red de apoyo te ayudará a gestionar mejor la situación. Participar en actividades que disfrutes te dará un respiro y te permitirá recargar energías.
Evita la desesperanza
Es fácil sentirse abrumado por la situación y perder la esperanza. Sin embargo, es fundamental mantener una actitud positiva y recordar que la recuperación es posible. Aunque el camino puede ser complicado, mostrar apoyo y aliento puede hacer una gran diferencia. Frases como “juntos podemos superar esto” pueden ser muy reconfortantes.
Evita comparaciones
Comparar la situación de la persona con la de otros puede resultar perjudicial. Cada persona tiene su propio camino y su propio ritmo de recuperación. Evita comentarios como “mi amigo lo superó en una semana” y centra la conversación en la experiencia única de la persona que estás apoyando.
Recuerda que qué no hacer con una persona con esquizofrenia puede ser igual de importante que saber cómo ayudarles. Al evitar estos comportamientos, estás contribuyendo a un entorno más comprensivo y seguro para la persona que está lidiando con esta enfermedad. La empatía, la escucha activa y la paciencia son tus mejores aliados en este camino. Al final del día, lo que más importa es que la persona se sienta apoyada y comprendida en su lucha diaria.